Los productores de albaricoque no quieren seguir produciendo ‘a ciegas’

El sector murciano ha puesto en marcha una mesa de trabajo junto con la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca con la que pretende reorganizar el cultivo de albaricoque, especialmente de las variedades que se destinan a la industria, como el búlida.

Fecha: 01-Oct-2018

Tags: albaricoque

Fuente: Fruittoday

«Necesitamos hacer un análisis exhaustivo y un diagnóstico de la producción de estas variedades, y compararlo con las necesidades de la industria», explica el secretario de agricultura de UPA, Antonio Moreno. El sector considera que en uno o dos años podrían tener ‘reconvertido’ este cultivo.

Moreno participó el martes junto con representantes de Coagy de las cooperativas asociadas a Fecoam, en una reunión con el consejero Miguel Ángel del Amor, en la que éste se comprometió a poner en marcha esa mesa técnica.

Los productores reconocen el poco tirón que la variedad búlida tiene en el mercado, pero no entra en sus planes que la variedad, tradicional en los campos murcianos, desaparezca del todo, porque sigue manteniendo cierto nicho de mercado.

En la actualidad se producen en la Región un total de 104.423 toneladas de albaricoques, de los cuales 31.866 son de la variedad búlida, la tercera más productiva, por detrás de las variedades tempranas y de las frutas de media temporada.

Por superficie, las variedades tempranas ocupan 3.171 hectáreas del total de 9.033 hectáreas, seguidas con casi la misma extensión de las de media temporada, con 2.860 hectáreas, y el búlida (2.848).

«Una vez tengamos claro el censo y las necesidades de búlida para zumos y cremas podremos plantear el arranque, la reconversión hacia otras variedades de albaricoque o incluso cambiarlo por otros frutales como el cerezo», apunta Moreno, quien puntualiza que esta alternativa podría funcionar pero habría que tener en cuenta dos cuestiones: que sería temprano y que, por lo tanto, habría que hacer una «importante campaña» de promoción del nuevo cultivo.

Durante la mesa de trabajo también se abordaron otras propuestas, como certificar el albaricoque y así poder crear un mapa de cultivo a tiempo real consiguiendo una mayor transparencia de la cantidad de producción.

«Esta campaña hemos tenido problemas con dos variedades nuevas que los agricultores han cultivado, porque no han dado los resultados esperados y se han rajado o se han caído al suelo», apunta el dirigente agrario.

Por eso, desde su organización han pedido que la Consejería se encargue de la vigilancia de la certificación de las plantaciones, «para que haya una garantía de que lo que nos venden puede lograr resultados óptimos en las fincas».

Los agricultores dicen estar cansados de que sus tierras sean «campos de ensayo», de ahí que las certificaciones estén garantizadas por la Consejería, que previamente habrá tenido que constatar que son aptas para estas tierras.

Otra de las cuestiones que se pusieron sobre la mesa es que la reconversión se realizara con cargo a los presupuestos de los programas operativos europeos, que tienen presupuesto destinado a medidas como el arranque.

De la mano de Castilla-La Mancha

Antonio Moreno deja claro que todo lo anterior no se puede hacer sin tener en cuenta a Castilla-La Mancha: «En las zonas de Hellín y Tobarra (en la provincia de Albacete) hay una importante producción que tiene el mismo destino que nuestra fruta, por lo que si no contamos con ellos la reconversión no sería tan efectiva».

Y si en esta inciativa participan dos comunidades autónomas se podrían conseguir fondos del Ministerio de Agricultura, subraya el representante de UPA.

Moreno destaca la importancia de reorganizar este sector, porque sobre todo las fincas de búlida, están ubicadas en zonas desfavorecidas y vulnerables de la Región de Murcia, como las comarcas del Noroeste y del Río Mula, donde no hay otras muchas alternativas productivas.

El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, que convocó esta reunión a instancias de las cooperativas, ha declarado que «la campaña 2018 ha puesto de manifiesto que hay que abordar este asunto sobre el que existe un amplio consenso en el sector y para el que proponen medidas que permitan un equilibrio», informan fuentes de la Comunidad.

Además, indica Antonio Moreno, el consejero también se comprometió a hablar con su homólogo castellano-manchego para explicarle los objetivos de este plan. «Hay que empezar a ponerlo en marcha ya», concluye.