Listeriosis, botulismo… Las alertas sanitarias que preocupan a la industria

El brote de listeriosis y el más reciente caso de botulismo en nuestro país ha puesto en guardia no sólo a las autoridades sanitarias y alimentarias sino también a la propia industria, que ve con preocupación estas infecciones e intoxicaciones que no hacen sino dejar "tocada" su reputación. De hecho, ya os lo comentábamos recientemente: los fabricantes de carne mechada han visto cómo se ha reducido drásticamente el consumo de este producto y ven peligrar sus ventas.

Fecha: 04-Sep-2019

Fuente: Foodretail

Los últimos datos que hemos conocido al respecto del brote de listeria, confirmados el pasado sábado la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, señalan que el número de pacientes hospitalizados actualmente en esta comunidad, con sospecha de infección o con infección confirmada por esta bacteria, es de 69. El brote epidémico suma ya la muerte de tres de las personas afectadas, cuatro abortos en Andalucía y otro más fuera de la región.

El caso es que las alertas alimentarias son frecuentes. España ha notificado unas veinte a la UE sólo en agosto, informa Efeagro, si bien la mayoría no revisten demasiada importancia. La última, el pasado viernes, cuando se advirtió de un caso de toxina botulínica originado presuntamente por el consumo de una lata de atún en aceite de girasol fabricado por Frinsa y vendido bajo la marca blanca de los supermercados Dia.

En todo caso, los expertos recuerdan que los niveles de seguridad en esta materia son muy altos y que se han reducido considerablemente en las últimas décadas el número de casos y su mortalidad. Además, en Europa, se producen unos 23 millones de los 600 millones de casos anuales de intoxicaciones alimentaria en el mundo, y el número de muertes asciende a 5.000, de las cerca de 420.000 registradas a nivel global, lo que la convierte en la región con la tasa de decesos más baja por este motivo.

LISTERIOSIS, INFECCIÓN RARA
La listeriosis, sin embargo, es una infección rara. Se dan seis casos por millón de personas en España, una tasa superior a la media europea (cuatro casos por millón).

Carmen Vidal, vicepresidenta de la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria, asegura que se puede dar un brote de listeria, "pero son muy pocos los casos de intoxicación". "Si se miran las estadísticas oficiales, los casos han ido bajando muchísimo en los últimos años", afirma.

Los protocolos actuales a nivel europeo se basan en dar al propio fabricante la responsabilidad en seguridad, un sistema de autocontrol, validado por la Administración

Esta experta recuerda que los protocolos actuales a nivel europeo se basan en dar al propio fabricante la responsabilidad en seguridad, un sistema de autocontrol, validado por la Administración, que ha hecho que los casos hayan caído "en picado". Incide, así, en que la industria es la "principal interesada" en que no existan este tipo de problemas. "Cuando una empresa 'pincha', queda tocada de por vida. Les va su supervivencia en ello", señala.

En nuestro país, en 2017 se detectaron unos 37.000 casos de infecciones relacionadas con la ingesta de alimentos y líquidos, más de la mitad provocadas por la bacteria campylobacter, que también se transmite por el contacto con animales.

La UE tiene un listado de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO) para llevar un control de su incidencia en los diferentes Estados miembros y para conseguir una detección precoz que facilite la adopción de las medidas necesarias en caso de que sea necesario.

A pesar de los estrictos controles, es más que evidente que existen "empresarios clandestinos" que no los cumplen, apunta el doctor en Veterinaria y Experto Universitario en Gestión de Seguridad Alimentaria Ángel Manuel Caracuel. En estos casos, "los controles oficiales están para detectarlos".

Los veterinarios proponen realizar dos inspecciones oficiales a cada empresa alimentaria al año

Desde el Consejo General de Colegios Veterinarios de España, se insiste, además, en que sería recomendable hacer cambios en materia de inspecciones. Proponen a este respecto realizar dos inspecciones oficiales a cada empresa alimentaria al año: una para revisar su plan de higiene y otra para supervisar que se cumple el plan de autocontrol de seguridad alimentaria al que está obligada cada compañía.