Las cinco tendencias que marcarán el futuro de la distribución y el gran consumo

La Asociación de Empresas del gran consumo (Aecoc) elabora el primer estudio Aecoc Innovation Hub donde identifica las cinco grandes tendencias que van a marcar el futuro inmediato del sector.

Fecha: 16-Apr-2018

Tags: consumo

Fuente: Financial Food

En primer lugar, el informe revela que una de las principales tendencias a tener en cuenta a corto plazo es el uso de analíticas avanzadas, es decir, el análisis de grandes bases de datos con el fin de realizar predicciones y limitar riesgos y costes, así como para identificar patrones de comportamiento de consumo.

De hecho, un gran número de empresas (70%) han utilizado este tipo de herramientas para desarrollar su negocio y lo consideran la acción más rentable para generar ingresos. Asimismo, un estudio revela que la inversión en esta tecnología mejora los resultados de las compañías.

La segunda tendencia identificada es la conocida como el internet de las cosas (IoT), una tecnología basada en una red de sensores que posibilitan la interconexión de objetos cotidianos a través de internet con el fin de hacerlos interactivos.

Según Aecoc, uno de cada cuatro distribuidores ya ha adoptado esta tendencia y el número de objetos conectados no para de crecer. Es más, se espera que para el año 2021, el número de dispositivos conectados sea de 25.000 millones, lo que superará al número de móviles existentes en esa fecha.

En cuanto al customer engagement o vinculación con el cliente, las empresas tratan de colocar al consumidor en el centro de su modelo de negocio generando experiencias únicas que garanticen que el cliente se sienta realmente valorado. De este modo, se crea una relación bidireccional entre las empresas y los compradores que incrementa la visibilidad de la marca.

Actualmente, sólo un 6% de los distribuidores tiene una visión completa de la experiencia de sus clientes. No obstante, se espera que el mercado de la gamificación experimente un crecimiento exponencial entre 2016 y 2019, de forma que para el año que viene el ratio de crecimiento sea superior al 48%.

Otra tendencia es el comercio de nueva generación basada en la relevancia que tienen las plataformas digitales en la actualidad para generar nuevos modelos de negocio y reformar los existentes. En concreto, algunas compañías ofrecen sus productos o servicios directamente a través de algunas redes sociales, lo que hace que el proceso de compra sea más fluido y personalizado.

Las redes sociales permiten llegar al consumidor final con una inversión económica muy reducida, con lo que se convierten en el primer canal de marketing online para las empresas ya que un 59% lo considera su principal inversión.

Las plataformas digitales impulsan también la última tendencia, la de la economía colaborativa, donde la intermediación entre la oferta y la demanda a través de estas plataformas generan un aprovechamiento eficiente y sostenible de los bienes y recursos ya existentes e infrautilizados permitiendo utilizar, compartir o intercambiar los bienes.

Un alto porcentaje de la población se ha sumado ya a esta corriente, un mercado al que cada vez se unen más empresas por el incremento de valor que está experimentando. De hecho, el valor del mercado de la economía colaborativa está valorado en 110.000 millones de dólares y se espera que tripliquen sus ingresos en el año 2020.

El informe señala otras cuatro tendencias que llegarán al sector aunque tardarán más en adoptarse. Se trata de la impresión 3D, la robótica, los vehículos autónomos y la realidad virtual y aumentada.

 

Aplicaciones en la tienda del futuro

El informe confirma que todas estas tendencias tienen su aplicación en la tienda del futuro. Así, gracias a la analítica avanzada se puede predecir la demanda real, adaptar el surtido al público que hay en la tienda en ese momento y evitar roturas de stock.

Por su parte, el IoT maximiza la sostenibilidad de la tienda facilitando aspectos como la iluminación inteligente o la prevención del desperdicio mientras que el comercio de nueva generación permite consultar en tiempo real la ficha de producto y las críticas al mismo en las redes sociales y, mediante ellas, interactuar e intercambiar opiniones, lo que garantiza la vinculación con el cliente.

Por último, y como consecuencia de la economía colaborativa, los consumidores pueden intercambiar recetas y otros bienes y servicios entre ellos.