El consejero de Medio Rural de A ragón, Joaquin Olona, ha recordado que su gobierno apuesta por el regadío ya que es una de las mejores y más eficaces herramientas para mejorar la renta de los agricultores. En los próximos años, se modernizarán 30.000 ha de regadíos. Además, se crearán 25.000 nuevas hectáreas en en las Zonas de Interés Nacional de Bardenas II, Monegros II, Cinca y Civán, así como en la zona del PEBEA y de carácter social en Sobrarbe, Bajo Cinca, Margen Derecha del Ebro y Cuenca del Júcar (Sarrión). En total, el el Gobierno de Aragón tiene programado en el horizonte 2023 destinar 199 millones de euros para la modernización y creación de regadío, de los cuales 103 millones se articulan a través del Programa de Desarrollo Rural (PDR) y los 96 restantes mediante fondos exclusivos del Gobierno de Aragón.

El consejero de Agricultura de Murcia, Miguel Ángel del Amor, pidió que finalice el Plan Nacional de regadíos con el objetivo de terminar de modernizar 800.000 ha, una cantidad que supondría un ahorro de 1.000 hm3. Destacó que para un Pacto Nacional del Agua hay que apostar por la eficiencia en el regadío y la reutilización del agua. El pilar fundamental del desarrollo agroalimentario en Murcia es el funcionamiento del trasvase Tajo-Segura. Es una CCAA con 300 días pero que no tiene lluvia, siendo la única cuenca de Europa con una pluviometría por debajo de 400 milímetros al año. Ha recordado que en España ha habido importantes épocas de sequía mientras que en Aragón se han dado periodos de excesos, por lo que hay que ejecutar infraestructuras en todo el país, para una redistribución homogénea en todas las comunidades.

El director general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural de la Junta de A ndalucía, Manuel García Benítez, ha reclamado un Plan Nacional de Regadíos en el que la seguridad hídrica tenga en cuenta de manera integral todas las fuentes de suministro de agua, las convencionales y las no convencionales, sin olvidar el coste energético necesario para la puesta en servicio, para poder cubrir todas las necesidades y usos, las de los distintos usuarios, regantes, industrias y consumidores; y las necesidades ambientales, caudales ecológicos, recarga de acuíferos y conservación de los ecosistemas asociados. Ha recordado que en Andalucía, más del 75% de la superficie regable (que está por encima del millón de hectáreas) tiene riego localizado, frente a algo más del 51% de la media a nivel nacional.