El documento será analizado hoy en el Comité Especial de Agricultura (CEA) -órgano preparatorio del Consejo de Ministros-.
En el encuentro está previsto que la presidencia pida un nuevo mandato (votación del documento) para el trílogo del 31 de mayo entre las instituciones comunitarias.
Los trabajos se centran en las características a cumplir para formar parte de un grupo de operadores, semillas, residuos de plaguicidas, invernaderos y el fin de las excepciones.

Fuerte división
Algunos de los principales puntos recogidos en dicho texto, al que ha tenido acceso Efeagro, son los referidos a los residuos de plaguicidas. Este asunto que continúa generando “una fuerte división” entre los Estados miembros.
La presidencia propone una disposición específica para los Estados miembros que deseen disponer de normas relativas al umbral de sustancias no autorizadas.
Respecto a la acuicultura ecológica, y ante el rápido desarrollo que está experimentado este sector, la presidencia trabaja en introducir una excepción para las especies que no se hayan incluido en la fecha de entrada en vigor del futuro reglamento.
En lo que se refiere a las semillas, la propuesta de compromiso tiene por objeto mejorar la accesibilidad de las semillas mejor adaptadas a la producción ecológica.

Reacciones
La organizaciones del sector ecológico han rechazado el nuevo borrador que examinarán hoy los países de la UE.
Ocho entidades han remitido una carta a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para exponer su desacuerdo.
Los productores orgánicos han solicitado que España “vote en contra”, para que se siga trabajando en las deficiencias del documento.
Han suscrito la petición Ecovalia, Seae, Ccpae, Ampoas, Femeca/Coato, Silae, CAEV y el Servicio de Certificación CAAE.

Estas organizaciones aglutinan un 80 % del sector ecológico nacional.
Han señalado que el borrador incluye aspectos que podrían “minar los intereses del sector en su conjunto”.
Han criticado que “permita que cada país ponga sus propias normas sobre la presencia de residuos en los alimentos ecológicos”.

Según las organizaciones, esto podría propiciar “situaciones difíciles y agravios comparativos”