La oveja: animal de mil producciones

La oveja, este sufrido y despreciado animal en la actualidad, ha tenido horas mejores. Desde su domesticación, hace unos 10.000 años, la oveja fue la primera especie productora de carne y, por supuesto, de piel. A su vez, pronto se convirtió en productora de leche, que el hombre aprendió a transformar en queso y, con las sucesivas mejoras, se convirtió en productora de lana.

Fecha: 25-Oct-2017

En resumen, en la más remota antigüedad, la oveja fue un animal que nos ha proporcionado comida variada (carne y leche), vestimenta (piel y lana) y, cuando nos hicimos agricultores, el estiércol para fertilizar nuestras cosechas. Así, han pasado miles de años y, si bien se han mejorado mucho sus producciones, nos hemos quedado con esta historia.

En la actualidad, hablando en términos generales, la persona urbana desconoce el valor del sector primario y se tiende a despreciar todo lo desconocido, incluida la ganadería extensiva. Esta actividad resulta fundamental para el equilibrio de nuestra nación pero, ni los políticos con su verborrea ni los urbanitas con su desconocimiento, aportan nada positivo para este sector.

La ganadería extensiva, especialmente la de pequeños rumiantes, tiene muchas vertientes positivas: fija la población en nuestros pueblos y esto equilibra la población y mejora la conservación del medio ambiente. Los ganaderos no son los que lo destruyen, sino que son los que lo sustentan; mantienen caminos y balsas; con sus ganados limpian la vegetación arbustiva, mantienen la hierba controlada y ayudan a evitar estas plagas de incendios o a minimizar su efecto destructivo.

No son éstas las producciones que yo voy a defender, porque estas se defienden solas y su peso social, lo queramos ver o no, es incalculable. ¿Alguien puede decirme cuantas brigadas de “corta - hierbas” urbanitas necesitaríamos para limpiar la naturaleza? ¿Qué hacemos con la hierba cortada y seca que se queda en el suelo? ¿Provocamos un incendio y así ya no hace falta que lo hagan los pirómanos y desaprensivos? Esto solamente es una pequeña reflexión.

Realmente, lo que yo quería resaltar son estos otros usos que hacemos y los que se podrían hacer con la ganadería extensiva y que nadie tiene en cuenta. La oveja es un perfecto animal para la docencia.

El grupo con el que yo trabajo publicó hace unos años “A novel educational approach: Using sheep as a model in teaching veterinary pathology” y ya son muchos los centros y países que van aceptando este modelo barato de adquirir y mantener, dócil para su manejo y muy útil para la docencia y la investigación.

Somos muchos cientos de profesores e investigadores los que estamos trabajando con el ovino, pero no solamente para producir carne, leche y lana. Trabajamos en medicina humana, comparando algunos tipos de cáncer de pulmón de ovinos y humanos, lo hacemos para mejorar las técnicas y los conocimientos de oftalmología, de dermatología, o para la mejora del tratamiento con diferentes quimioterápicos.

Se utiliza para valorar el comportamiento en las aglomeraciones y poder mejorar los atascos y muertes que se producen en esas situaciones en las que nos comportamos “como borregos”.

En definitiva: serían muchos los usos a describir para el poco valor que se le otorga.