La necesidad de implantar tratamientos antiparasitarios selectivos en ovino de carne

Una de las principales causas de pérdidas de rentabilidad en el ovino de carne son las patologías, y entre ellas destacan las parasitosis por nematodos gastrointestinales (NGI) debido a su elevada prevalencia e intensidad de parasitación y, sobre todo, porque suelen cursar de forma subclínica (sin síntomas aparentes), por lo que su efecto negativo en la rentabilidad de la explotación suele pasar desapercibido.

Fecha: 06-Feb-2019

Tags: ovino , carne

Fuente: Ovi España

De esta forma comienza un artículo publicado por Carlos Calvete Margolles, de la Unidad de Producción y Sanidad Animal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), en la web Chil. “Tradicionalmente, la forma de controlar los NGI se ha basado en la administración de fármacos antihelmínticos en tratamientos de carácter estratégico, realizados de forma rutinaria, y en los que el fármaco se administra a todos los animales del rebaño, sin una valoración previa del nivel de parasitación, y en las épocas del año en las que se supone que la población parasitaria es mayor (normalmente en otoño y/o primavera). Este tipo de tratamientos, además, ha conllevando un problema aún mayor, como ha sido favorecer el desarrollo de resistencia a los antihelmínticos por parte de las poblaciones parasitarias”, describe el experto.

Como alternativa a estos tratamientos estratégicos, durante la última década se ha desarrollado el concepto de tratamientos táctico-selectivos, en los cuales se busca simultáneamente rentabilizar el control de los GNI y ralentizar el crecimiento de las resistencias. Este doble objetivo se persigue aplicando tratamientos anti-GNI sólo en los períodos productivos más sensibles del rebaño y administrando el antihelmíntico únicamente a aquellos animales que más se van a beneficiar del tratamiento.