De acuerdo a sus datos, los lanzamientos de 2017 -tres de cada cuatro pertenecían al sector de la alimentación- sólo llegaron a cadenas que suponen el 18 % de todo el mercado, lejos del 25 % que se registró en 2013, por ejemplo.

“El modelo de negocio de algunas cadenas influye cada vez más, ya que referencian menos productos nuevos de marcas de fabricante -responsables de 8 de cada 10 de estas innovaciones-, lo que desincentiva la inversión en I+D“, ha alertado el director del área “Consumer Insights” de Kantar Worldpanel, César Valencoso.

Más de la mitad tuvo éxito

Ha citado que, según sus datos, Mercadona, compañía de distribución líder en España con más de un 24 % de cuota, apenas incluye en su lineal el 14 % de estas novedades, en contraste con el 73 % que ofrece la que ocupa el segundo lugar, Carrefour.

Alcampo (42 %), DIA (33 %), Eroski (27 %), Consum (19 %) y Lidl (8%) completan una estadística que muestra, a juicio de Valencoso, una “gran disparidad“.

El estudio, que únicamente incluye productos nuevos que suponen una innovación “real” y no copias o ampliaciones de gama, apunta no obstante a que tanto Mercadona como Lidl sacaron 16 de las 19 novedades que salieron al mercado durante el pasado año de marca blanca.

La tasa de éxito media de todos estos productos innovadores se situó en el 54%, en línea con el dato de 2016.

En opinión del responsable del informe, “la mayoría de las novedades no han tenido éxito porque ni siquiera han podido estar disponibles en el supermercado para que alguien las comprara”.

Críticas a las cadenas de supermercados

“Es preocupante. El argumento antes era que en tiempos de crisis el consumidor no quiere productos nuevos y prefiere precios bajos, pero el problema en realidad es la discriminación contra las marcas de algunas cadenas“, ha asegurado por su parte el presidente de Promarca, Ignacio Larracoechea.

El responsable de Promarca -entidad que agrupa a empresas como Calidad Pascual, Coca-Cola, Nestlé, Pepsico o Unilever, entre otras- ha criticado a Mercadona y Lidl por no meter las innovaciones en sus lineales.

“Lo que no se mete en el lineal no se vende, y lo que no se vende no genera recursos para que el innovador siga invirtiendo”, ha advertido.

Los autores del informe han incidido en que el nivel de innovación en España es inferior al del resto de Europa, sobre todo porque se invierten menos fondos que en otros países.