El resto de premiados son las Bodegas Tempore de Lécera (Zaragoza), el Grupo de Investigación Analítica (Guía) de la Universidad de Zaragoza y Apadrina un Olivo, de Oliete (Teruel).

El acto de entrega del premio a la mejor cocina familiar al restaurante ubicado en el antiguo refectorio de la catedral de Roda se hizo coincidir con una sesión pública de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Yolanda Ferraz, la segunda generación al frente del establecimiento, recordó cómo abrió el restaurante en 1985 a instancias de mosén José María Lemiñana y de la mano de sus padres, Montserrat Fillat y Delfín Ferraz. “Tras el robo de Erik el Belga, el museo quedó vacío y se unió al antiguo refectorio, que había sido antes comedor. Lemiñana propuso hacerlo restaurante y animó a mi familia a llevarlo”. 

El restaurante, ubicado bajo una magnífica bóveda, ofrece 60 plazas y está decorado con cuadros procedentes del antiguo palacio episcopal de los siglos XVI y XVII, y armarios también del siglo XVI.

Por su parte, el premio al mejor restaurante ha sido concedido al Callizo de Aínsa, que ha sufrido un reciente cambio de imagen, pero manteniendo su personalidad, “volcada en los productos de proximidad y de las montañas pirenaicas”, pero ofreciendo “una cocina tecnoemocional de montaña, actual, evolutiva y reflexiva en la que la técnica se pone al servicio del producto autóctono”.