LA FAO advierte : “la pérdida de biodiversidad amenaza nuestro sistema alimentario”

La pérdida de biodiversidad está empujando rápidamente a nuestro sistema alimentario hacia el colapso. Y es que el actual modelo industrial de agricultura que sustenta el sistema alimentario mundial se está destruyendo a sí mismo y, como consecuencia, a todos nosotros con él.

Fecha: 25-Feb-2019

Esta es la conclusión que podemos extraer del informe publicado ayer viernes por la FAO —la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura— sobre el estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo, que proporciona algunos detalles alarmantes sobre el daño irreversible y catastrófico que se está causando a la biodiversidad del planeta, específicamente a la que sustenta nuestro sistema alimentario.

El informe de la FAO la primera investigación exhaustiva de este tipo pone también énfasis en nuestra dependencia de un pequeño grupo de especies, en la destrucción del hábitat y la deforestación, así como en el uso insostenible de recursos, señalando a todos ellos como “los factores clave de la rápida pérdida de biodiversidad que está destruyendo los sistemas vivos que alimentan el planeta”.

Biodiversidad y sistema alimentario
Este estudio de la FAO es la primera investigación exhaustiva de este tipo, pero el objetivo que persigue está alineado con la misión fundamental de la organización internacional Slow Food, que desde 1996 defiende la necesidad de salvar la biodiversidad del planeta. Entre sus principales iniciativas en este sentido se encuentra la creación del Arca del Gusto, un catálogo de alimentos en peligro de desaparición al que se ha añadido recientemente su producto número 5.000, o el nombramiento de 575 Baluartes, potenciando y apoyando a los agricultores y productores de alimentos que trabajan en armonía con el medio ambiente y promueven la biodiversidad local.

Igualmente, la organización internacional mantiene viva una campaña contra el actual modelo destructivo e insostenible de agricultura industrial intensiva, trabajando desde hace tiempo con la FAO para desarrollar sistemas alimentarios y agrícolas mejores para los consumidores, los productores y el planeta. De hecho, Carlo Petrini, el presidente de Slow Food, es un embajador especial de la FAO para Europa, un cargo que demuestra la afinidad entre ambas organizaciones.

“El tiempo se está acabando; debemos cambiar las cosas en los próximos diez años, o nos arriesgamos a un colapso total e irreversible. Para ello debemos combinar los conocimientos actuales y la tecnología moderna con sus homólogos tradicionales, y redefinir nuestro enfoque de la agricultura y la producción de alimentos, asegurándonos de que la conservación de la biodiversidad y la ecología la misma importancia que los beneficios y la productividad. Todos los implicados, desde los pequeños agricultores y productores hasta los más altos niveles de gobierno, deben orientarse hacia un sistema alimentario que proteja la biodiversidad a través de legislaciones como las de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea”, explican desde Slow Food, añadiendo que “a pesar de las graves implicaciones del informe, no debemos perder la esperanza de que las cosas puedan cambiar; a través de la cooperación y la acción comunitaria se pueden construir alternativas viables a la situación actual, que promuevan y protejan la biodiversidad”.