Alejandro Acero
Departamento de Prácticas en Empresas
Escuela Universitaria Politécnica - La Almunia- Universidad de Zaragoza
acero@unizar.es

Corría el año 1993, España se levantaba con resaca de los fastos del 1992 y el empleo, mejor dicho, el desempleo, volvía a sacudir a nuestra sociedad española:

“El 17,7 % parados en Aragón y 23,9% en España”

“La incidencia del paro es más elevada en los grupos de edad más jóvenes (hasta 30 años) y tiende a disminuir a medida que aumenta el nivel de estudios de los individuos”. Esta frase, recogida de un informe de Cáritas de 1993, desgraciadamente sigue vigente en nuestros días.

Ante este panorama, el equipo de dirección de este centro, liderado por D. Marcos Vicente, dos profesores D. Ricardo Casado y D. Juan Antonio Martínez, asistidos por un joven becario (Alejandro Acero), deciden constituir el Departamento de Prácticas en Empresas.

Las experiencias en la Universidad española eran pocas, contábamos con un Real Decreto recién publicado, con alguna pequeña experiencia anterior, con muchas ganas y con mucha incertidumbre.

Muchos han sido los cambios que se han producido en nuestra sociedad:

Todavía recuerdo la labor pedagógica cuando nos decían que se abstuvieran las mujeres, o que, si no tenían la mili cumplida, disponibilidad para viajar… ahora es otro lenguaje otras actitudes y aptitudes: idioma, capacidad de aprendizaje continuo, viajar, capacidad de comprender otros mundos, otras culturas, ….

Y con esta perspectiva nos lanzamos a localizar empresas y alumnos, a unir dos realidades en principio dispares, pero que cuando las acercas se unen como dos polos de un imán. Eso será por qué teníamos y tenemos claros los objetivos, sabíamos y sabemos lo que hay que hacer:

Sabemos que la formación que impartimos, como uno de sus principales objetivos, es preparar a los estudiantes para el ejercicio profesional. Esta preparación pretende, sin prescindir del tinte académico que caracteriza a la Universidad, acercarse al máximo a la realidad empresarial de nuestro entorno aportando aplicaciones prácticas, seminarios, cursos de formación a la carta, …

Nos costa que las particularidades de la actividad profesional, no se adquieren más que con el ejercicio de la misma. Asimilar la cultura empresarial, el sentido de la responsabilidad de las tareas empresariales, la organización del trabajo, etc., son habilidades que sólo se aprenderán en el seno de una organización empresarial.

Y tenemos claro que el objetivo es que el alumno, a través de un periodo de integración en una empresa adquiera las capacidades técnicas (saber hacer), interpersonales (saber estar) y de pensamiento (saber ser), que le capaciten para enfrentarse al mundo laboral con mayores garantías de éxito.

También tenemos la convicción profunda, en nuestro ADN (como dicen los modernos) de que esto sólo es posible desde el acompañamiento. Desde el acompañamiento a los alumnos, estando con ellos, hablando, siendo cercanos, aconsejándoles, también riñéndoles, estando presentes desde el respeto, …

Desde la cercanía a las empresas, esto no es una app, tratamos a las empresas e instituciones con respeto, sabiendo que ejercen un papel protagonista en la formación de nuestros alumnos, intentando definir los espacios donde los alumnos y ellos van a estar más cómodos, hablando con sus asesorías laborales, … intentando resolver sus problemas.

Algunas veces lo conseguimos y otras, desgraciadamente no, pero esto nos sirve para esforzarnos más, para generar autocrítica y no quedarnos estancados.

Hoy son grandes los retos a los que nos enfrentamos, parece que empezamos cada año como en 1993, pero con datos cada vez más duros:

La tasa de desempleo  vuelve a colocar a España (13,92%) como el segundo país con peores cifras de toda la región tras Grecia 

En el caso del paro entre los menores de 25 años, la tasa de desempleo en la zona euro se situó 14,2%, en España, es del 32,7%, la segunda más alta de toda la UE, sólo por detrás del 38,8% de los jóvenes griegos

A todo esto, hemos de incluir la precariedad laboral y económica de nuestros jóvenes;  si  además, analizamos los datos desde una perspectiva de género, está realidad es muchísimo más dura.

Tenemos la obligación desde la Universidad de estar atentos a la realidad, de generar conocimiento que ayude al tejido empresarial e institucional a asentarse sobre el territorio;  tenemos que fomentar el emprendimiento como algo natural en nuestros alumnos y  avanzar en la sostenibilidad como actitud primordial;  tenemos que abrir espacios de diálogo y encuentro entre la realidad empresarial y la universidad y hacer prospectiva sobre los nuevos tiempos;  en fin,  tenemos la obligación de generar una sociedad donde nuestros jóvenes tengan cabida y pueden desarrollarse íntegramente.

Ejemplo de esta relación, nuestra Escuela es un centro pionero en establecer dentro de sus órganos asesores un Consejo de Empresas con el objetivo de ser el foro que permita la toma de decisiones estratégicas de la EUPLA, de cómo va a ser su futuro, y también sobre lo que las empresas pueden aportar al desarrollo de la enseñanza universitaria, bajo tres ejes centrales: fijar empresas en el territorio, fijar conocimiento universitario y aumentar la empleabilidad de los graduados de la Escuela.

Concluyendo, estos son los retos a los que nos enfrentamos, esto es lo que hemos desarrollado en el Departamento y en la Escuela. Tenemos claro que las incertidumbres son muchas, que el camino es largo y la travesía dura, pero que contamos con grandes aliados, vosotras las empresas e instituciones que habéis estado con nosotros estos años y que haremos que las:

5462 Prácticas Gestionadas

1946 Ofertas de trabajo recibidas

1200 Convenios con empresas

Sean ridículas cuando las lean dentro de otros 50 años.