Jóvenes Emprendedores en el Medio Rural: Casos de Éxito

Polo decidió emprender en el medio rural porque “me viene de familia, al incorporarme he visto que desde cero es muy complicado ya que se necesita mucho dinero, creo que comprar tierras es muy caro aún con las ayudas, pero también gracias a mi padre me fue apoyando y el me avaló”

Fecha: 15-Nov-2017

La idea de emprender fue suya, “fui yo quien decidió dar el paso. Mi padre me decía que estudiara, no me presionaba nadie pero viendo el mercado laboral y que es un trabajo que desde siempre lo he mamado en casa, decidí quedarme en el campo”. Polo estudió anteriormente un grado medio de explotaciones agropecuarias e hizo el proyecto antes de solicitar las ayudas.

EL TRABAJO EN LA EXPLOTACIÓN

“Es muy variado, vamos a cargar semilla al monte con el remolque, sembrando, todo el día sembrando… la cosecha está en la cooperativa, ahí se entrega el producto y recogemos la semillas, como tienen una nave muy grande es mas fácil almacenarlo en la cooperativa”. El producto se entrega a la cooperativa y ahí se encargan de comercializar el producto, “menos con los guisantes que vienen de otra empresa, casi todo lo que es alimentación es para fabricar piensos, alfalfa, maíz…”, afirma Jorge.

Los proyectos de futuro son “ir ampliando un poco, ir a más… cada vez vive menos gente en el pueblo y agricultores tres o cuatro en Gelsa”, explica. En cuanto a la evolución de la agricultura en la zona, Polo cree que “dentro de muchos años sólo quedaremos nosotros, hay mucha gente más mayor trabajando, pero es gente en torno a 50 – 60 años, no sabemos cómo evolucionará” .

 

En cuanto a la situación del medio rural, Polo reivindica que “para los jóvenes está difícil la cosa, es muy complicado encontrar tierras debido a que el precio es muy caro y laos propietarios no venden, hay intereses de gente con muchas propiedades y es difícil conseguir esas parcelas”. Jorge aconsejaría emprender en el medio rural “a un joven que tuviera posibilidades económicas, pero tiene que tener claro que si no inviertes y te quedas atrás ahora, dentro de veinte años ocurrirá lo mismo”. Polo compara la situación actual y “antes con 10 hectáreas de regadío vivía una familia de sobra, cada vez hay menos gente y la maquinaria es más grande”. Polo lleva tres años trabajando en el campo y ya comienza a valorar los resultados de forma positiva. De ahora en adelante, su pasión se ha convertido en una realidad.

RAUL RAMIREZ – GANADERÍA EXTENSIVA EN SIN –

Raúl Ramírez ,tiene 33 años, su familia siempre ha vivido en el pueblo y empezó a trabajar en el campo “porque tenía que tirar por algún lado, el principio es difícil, pero ahora tengo unos 300 cabritos. Es el segundo año, voy poco a poco, se me da bien, me conocen y tengo la compañía de buenos perros que me ayudan”.

El pastor es un trabajo casi en extinción, pero que se ofrezcan ayudas para comenzar en este terreno es muy importante. En su caso, Raúl empezó hace dos años con algunos trámites, “me dieron 7.000 euros y un curso a fondo perdido, en la OCA de Boltaña hay una oficina donde están los veterinarios, ahí están los libros de explotación y cada dos meses hay que rellenar un censo con el número de ejemplares”.

EL DÍA A DÍA DEL PASTOR

El trabajo depende de dónde se encuentren las cabras “las bajé al monte en octubre, han ido pariendo y el día a día consiste en atenderlas, darles de comer, soltarlas en el prado y cuando algunas van a parir se las saca fuera de la nave para que busquen el mejor sitio para hacerlo. Luego las recojo, las llevo a la granja y por la noche les doy grano para que tengan leche”.

El proceso de distribución lo hace el propio Raúl: ” Yo me busco la vida, elijo a carniceros fuertes, particulares o al restaurante directamente, yo elijo y así me ahorro costes.” En cuanto a sus proyectos de futuro, “ya tengo mucha faena, el día de mañana igual contrato a alguien, nunca se sabe”. Para recomendar a alguien que quiera dedicarse al campo, “si tiene tierra y monte, que le guste y ademas sea muy trabajador, para hacer esto hay que tener dos narices, andar mucho y estar muy fuerte”. Raúl ve futuro en este arte, “ahora hay muchas personas que se jubilan y hay oportunidad de seguir con la tradición”. Que no se pierda esta sana costumbre.

ALBERTO SÁNCHEZ — AGRICULTURA Y GANADERÍA EN ARGENTE

Alberto, junto a su familia, decidió emprender en el campo porque siempre han vivido en el medio rural y están a gusto, les gusta vivir en el campo. Su empresa es familiar, ya que sus padres se han dedicado toda su vida a esto. “Los impulsores de la idea fueron nuestros abuelos, luego siguieron nuestros padres y ahora nosotros.” Una tradición que sigue viva en el campo turolense.

La vida en esta explotación ganadera “depende de la época del año. Cuando es el tiempo de preparar la tierra para sembrar es cuando más trabajo tenemos, ya que hay que compaginar las labores agrícolas y la ganadería, ya que tenemos que atender los partos y darles de comer a las ovejas.”

La empresa comercializa corderos, ya que el cereal que recolectan lo utilizan para alimentar al ganado, recolectan con la cosechadora de cereal y la venta es a través de intermediarios. En su caso, distribuye los productos una cooperativa que forman varios ganaderos de la zona, las ayudas que recibieron cuando se incorporaron al sector fue una ayuda directa, y ahora, en este momento las subvenciones agrarias que les corresponden.

PROYECTOS DE FUTURO

 

Como proyectos de futuro tienen en mente “construir granjas de porcino, ya que el ovino necesita mucha más mano de obra y no es recompensada. Como el resto de ganaderos noveles, opina que hay que apoyarles “para que los jóvenes que nos quedamos en el medio rural tengamos oportunidades, igual que al que se jubila le siguen ayudando con subvenciones, también son importantes para los jóvenes que estamos y los que deseen quedarse en el medio rural”, añade Sánchez.

Por último, un consejo para los jóvenes emprendedores rurales: “A un joven que esta pensando en emprender en el medio rural le diría que si lo ha vivido desde pequeño y le gusta, que siga adelante, pero si no le gusta o viene forzado que ni lo intente, ya que necesita mucho dinero y no es recompensado fácilmente”.

Tres jóvenes, trabajadores del campo que, gracias a su esfuerzo e ilusión consiguen llevar adelante lo que más les gusta. Un ejemplo de éxito para el resto de jóvenes que quieren emprender y dudan de si hacerlo o no. Con el apoyo de sus familias, las ayudas de la administración y dosis de pasión y sacrificio, lo han conseguido. La mejor forma de luchar contra la despoblación y dinamizar así las poblaciones aragonesas.