Innovación, futuro y realidad, a debate en la gran cita del sector cerealista en las Jornadas de la AETC

La presidenta la Asociación Española de técnicos Cerealistas (AETC), Cristina Molina Rosell y el Presidente del IFAPA, Jerónimo Pérez Parra, junto a la teniente de alcaldesa del Ayuntamiento de Jerez, Carmen Collado Jiménez, inauguraban este miércoles 24 la gran cita del sector cerealista, en las XXX Jornadas Técnicas de la Asociación Española de técnicos Cerealistas, donde se puso en valor la importancia de compartir conocimiento, un aspecto que ha permitido poder cumplir el 30 aniversario de esta cita de expertos para hablar de innovación, investigación, futuro y realidad.

Fecha: 25-Oct-2018

Tags: cereales

No es casualidad que Jerez haya sido el escenario elegido para la celebración de estos dos días de encuentros y charlas profesionales, ya que Andalucía es una de las comunidades autónomas con más producción de cereales. De hecho, contando el arroz, la comunidad cuenta con más de 700.000 hectáreas de cultivo, además de ser el embrión hace tres décadas de estas Jornadas y de la propia Asociación.

PONENCIA INAUGURAL DE CARLOS GUZMÁN: LA DEFINICIÓN DE LA CALIDAD DEL TRIGO ES UN CONCEPTO DINÁMICO

De la calidad y el mejoramiento del trigo ha hablado Carlos Guzmán, investigador español del Programa Global de Trigo del Centro de Mejoramiento de Maíz y Trigo, CIMMYT, que desde su sede en México trabaja para la mejora genética de los cultivos y que se puedan aprovechar por parte del agricultor en países en vía de desarrollo, con unos recursos limitados a la hora de contar con insumos agrícolas, que no tengan enfermedades – roya hoja, amarilla, o tallo – y que sean resistentes a estrés de sequía / calor.

En la ponencia inaugural de la AETC, recorriendo toda la cadena de valor del cereal, desde el agricultor, molinero, productor de alimentos hasta los consumidores, ha destacado que la definición de la calidad del trigo es un concepto dinámico, que tendrá que ver con la respuesta a los gustos de los consumidores o a los estándares de salud física y mental.

“Lograr una buena calidad del grano favorece, por ende, a toda la cadena, porque el trigo tendrá una mayor aceptación y estará valorado positivamente por parte de todos los agentes del mercado”, ha asegurado.

Focalizándose en los países en vía de desarrollo y poniendo la luz sobre la desnutrición, Guzmán ha presentado el proyecto HarvestPlus, basado en la biofortificación, creando variedades con mejoras genéticas para que naturalmente incluyan nutrientes, trabajando en un porcentaje más alto de zinc y hierro.

Orientándose a India, Pakistán y Bangladesh, se han analizado los resultados y, aunque a priori no se puede apreciar en sangre en adultos, sí que el análisis ha arrojado interesantes resultados en niños, habiendo conseguido reducir el porcentaje de días con vómitos, fiebre y neumonía.

Finalizando la ponencia, desde el CIMMYT se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y al conocimiento, ya que, en la actualidad, “en los países de occidente existe una campaña que está demonizando el consumo de pan y trigo atribuyéndoles características negativas que no posee”.

COMO NOVEDAD, ESTE AÑO HA HABIDO UNA PONENCIA ESPECÍFICA DE MAÍZ

Con esta apertura y tras la pausa café bajo los arcos de los claustros de Santo Domingo, aderezado con pan, aceite y tomate, la jornada de la Asociación de técnicos Cerealistas fue retomada a cargo de Miguel Gutiérrez, del Dpto. de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón sobre los resultados del Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos – GENVCE 2017.

Repasando las estimaciones de cosechas de cereales realizadas por Cooperativas Agroalimentarias, se han presentado los datos de calidad y de producción de las distintas variedades, habiendo estudiado variables como los ciclos, las parcelas o el nivel de representatividad.

Como novedad, este año ha habido una ponencia específica de maíz, que ha corrido a cargo de Silvia Gil y Manuel Ochoa, de Calidad y Originación de Materias Primas respectivamente del Grupo DACSA, compañía especializada en maíz, arroz y soluciones de alimentos.

Los responsables de DACSA, han señalado que este año 2018 es el segundo, después de 2016, con mayor producción de maíz a nivel mundial y estatal, a pesar de no ser España ni uno de los países más representativos ni a nivel productivo ni consumidor – no llegando a los 3 millones de toneladas.

Durante la intervención, han destacado el proceso de trabajo desde que se recibe la materia de prima, hasta su almacenaje y distribución, destacando el proceso de extrusión, caracterizado por parámetros como la materia prima, la humedad, el tiempo o la temperatura.

Igualmente, cerrando en la exposición de las distintas aplicaciones, se ha destacado cómo en los últimos años se ha aumentado el número de veganos, produciendo cambios en los hábitos de consumo, hacia una alimentación más saludable.

LA ALIMENTACIÓN PODRÁ TENER SERIOS PROBLEMAS SI LOS CULTIVOS NO SON CAPACES DE ADAPTARSE A LA REALIDAD CLIMÁTICA

Una alimentación que podrá tener serios problemas si los cultivos no son capaces de adaptarse a la realidad climática, ya que el aumento de la temperatura y la concentración de los niveles de contaminación influye en la variedad de la producción, en un acortamiento de los ciclos, en la erosión de la tierra y en la presencia de plagas.

Así pues, de los impactos y las adaptaciones climáticas ha ido la última ponencia de la mañana, a cargo de Clara Gabaldón, de IFAPA, quien ha explicado cómo se desciende hasta los modelos regionales de clima para estudiar los distintos modelos de cultivos en diferentes escenarios, haciendo simulaciones de impactos para conocer los niveles de rendimiento.

El adelanto de la estación de siembra, la mejora de la eficiencia, el manejo del suelo o la selección de los ciclos de agua, son algunas de las adaptaciones que se están realizando en distintos cultivos.

Así, con ejemplos prácticos en escenarios a futuro, en distintas regiones de Andalucía, finalizaba la mañana de este primer día de las XXX Jornadas Técnicas de la Asociación Española de técnicos Cerealistas, tras la que se ha hecho una degustación de quinoa.

EL AGRICULTOR LA MIDE CON EL PRECIO Y EL TRANSFORMADOR DEPENDIENDO DE LO QUE TENGA QUE PROCESAR

En las conferencias de la tarde de estas jornadas de la Asociación de técnicos Cerealistas, se partía con la presentación de Jesús Goñi, responsable del INTIA, del Proyecto europeo RUSTWACHT, un sistema de alerta temprana de la presencia de la roya, una de las enfermedades más características del trigo a base de hongo y que ha alcanzado su popularidad en los últimos años demandando una red de vigilancia común para la detección de posibles razas.

Goñi ha explicado cómo 2011 se ha convertido en el año cero de la roya amarilla, a partir del cual se ha desarrollado de manera muy rápida y, por tanto, muy rápida ha tenido que ser la respuesta de los tratamientos de cultivo, en Navarra – donde se ubica el INTIA – , en todo el territorio estatal y en Europa.

Los años de roya amarilla han sido, además, los que han tenido más nivel de producción por el incremento a nivel varietal.

Antes de dar paso a la mesa de redonda, Arturo Hidalgo de Cocereales, ha hecho una exposición sobre los criterios generales del trigo vinculado a la calidad, desde la elección de la variedad, la climatología del año agrícola, hasta el manejo del cultivo y la clasificación de la cosecha, destacando los parámetros tenidos en cuenta tanto de España, como de otros países europeos de nuestro entorno.

En este sentido, ha hecho un guiño a la ponencia plenaria explicando cómo la calidad está medida con distintos criterios dependiendo del objetivo. El agricultor la mide con el precio y el transformador dependiendo de lo que tenga que procesar.

De la calidad, y como cierre de este primer día de Jornada, se vuelve a hablar de distintos puntos de vista con la mesa redonda formada por Juan Mora – Figueroa, de la Lonja de Sevilla, Víctor Galindo, de Harinera de Castilla, y Javier Villafuerte, de Productos Alimenticios Gallo, moderado por la presidenta de Aestivum, Mercedes Ruiz, poniendo de relieve también aspectos que tienen que ver con la Ley de la Cadena Alimentaria y la norma de contratos, la necesidad de un lenguaje común y la formalización de precios.