Importancia de las algas en alimentación humana: recomendaciones / Jesús Fleta

Fecha: 18-Sep-2019

Jesús Fleta
Departamento de Fisiatría y Enfermería
 Facultad de Ciencias de la Salud - Universidad de Zaragoza
Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)
jfleta@unizar.es

Uno de los retos a los que se enfrenta la sociedad en este siglo es el de ser capaz de alimentar a una creciente población mundial, y las algas, uno de los recursos marinos más abundantes y menos explotados, son una posibilidad para paliar este problema. En la actualidad se están investigando algunas de las características únicas que poseen estos organismos vivos para convertirse en una de las bases de la alimentación del futuro.

Su facilidad para adaptarse al medio y su rápido crecimiento permiten la producción a gran escala de algunos compuestos importantes desde el punto de vista nutricional, además de otras sustancias de actividad biológica que ayuden a la prevención de ciertas enfermedades. Estos organismos también tienen un gran potencial para ayudar en la lucha contra el cambio climático, ya que de ellos se puede obtener energía, como biodiesel, usarlos para el tratamiento de aguas residuales, como biofertilizantes e, incluso, para elaboración de productos de belleza o para fabricar complementos para animales de abasto para el consumo humano, desde bovinos hasta pescados y mariscos. A pesar de todas sus ventajas, las algas tienen también efectos nocivos, que es preciso conocer.

Se entiende por alga cada una de las plantas talofitas, unicelulares o pluricelulares, que viven preferentemente en el agua, tanto dulce como salada, y que, en general, están provistas de clorofila. La coloración de las algas es muy variada y depende de los pigmentos presentes en los plastos: la clorofila es de color verde, la ficoeritrina roja, la fucoxantina parda, el caroteno naranja, la ficocianina azul y la zeaxantina amarilla.

Se han descrito algo más de 45.000 especies, de ellas más de 6.000 son verdes, si bien algunos grupos están pendientes de una clasificación definitiva. Son cosmopolitas y viven prácticamente en todos los medios, aunque están relacionadas fundamentalmente con el medio acuático, se desarrollan también en ambientes variados y extremos como el suelo, la nieve o el hielo y sobre otros vegetales. Se puede afirmar que en los ecosistemas acuáticos las algas son los principales productores primarios y la base de la cadena trófica. Figura 1.

Figura 1. Alga verde: Bootstrap Caulerpa (Caulerpa filiformis)

En la industria alimenticia existe un excesivo uso de aditivos, alimentos procesados y sustancias químicas, que desvirtúan el sentido de la nutrición, por ello se buscan sustitutos y se revalorizan productos naturales como las algas. Éstas pueden consumirse no sólo directamente como alimento, sino que de ellas pueden extraerse otros productos como aceites, ácidos grasos omega-3, proteínas, azúcares, vitaminas, antioxidantes y fibra. En muchos países las algas se emplean para mejorar el aspecto de los alimentos y se utilizan en procesos industriales tales como la elaboración de zumos, helados y postres lácteos, así como en alimentos funcionales.

La gastronomía de los pueblos que las llevan a sus mesas desde hace miles de años, ha demostrado sobradamente que pueden ser exquisitas y adecuadas para la preparación de muchísimas comidas y bebidas. Se recolectan en primavera y verano y se dejan en secaderos en pleno campo para que el sol y el aire se encarguen de dejarlas listas para trocear, empaquetar y almacenar en envases impermeables. De esta forma se conservan durante años sin alterar sus propiedades y sin necesitar cámaras frigoríficas para su conservación. Tabla I.

 Tabla  1. Valor de la producción de algas en miles de dólares por continentes y sus dos principales productores actuales 2000-2016: China e Indonesia

Fuente: Elaboración propia a partir de la Subdivisión de Información y Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

La Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado un informe elaborado por 30 expertos de 26 países en donde se expone la situación actual de la industria derivada del cultivo de algas en todo el mundo, especialmente en países en desarrollo. En nuestro país se siguen las recomendaciones de “Aecosan”, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que vela por los intereses y la salud de los ciudadanos. Periódicamente publican las listas de los nuevos alimentos e ingredientes autorizados y denegados. Por otra parte, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) realiza una evaluación científica del riesgo de los nuevos alimentos, entre ellos, las algas, cuya autorización se solicita para todos los países de la Unión Europea.

En nuestra opinión, para consumo de algas se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

-La composición y propiedades de las algas depende de la especie, del grado de maduración de las mismas y del lugar en donde habitan.

-No abusar de su consumo, especialmente de algas no conocidas y hacerlo con algas elaboradas, cocidas o guisadas.

-Algunas algas contienen tóxicos peligrosos para la especie humana, por ejemplo, arsénico.

-La sal que contienen las algas puede ser causa de alteraciones cardiocirculatorias a largo plazo, si se consumen en grandes cantidades.

-El yodo que contiene las algas puede ser perjudicial en personas con problemas de tiroides.

-Las personas con alguna enfermedad metabólica o inmunitaria es conveniente que consulten con expertos antes de consumirlas.

-Se necesitan más evidencias que muestren que las algas no son inocuas, aun cuando se ingieran en cantidades escasas.

-Podrían representar una alternativa a la dieta tradicional si se excluyen de las mismas los tóxicos y otros elementos que contienen en exceso.