Estudio del Serida sobre la prevalencia y medidas de control de la fiebre Q en Asturias

Alberto Espí Felgueroso, del Área de Sanidad Animal del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agrario (Serida) del Principado de Asturias, ha realizado una investigación sobre la fiebre Q, en un proyecto realizado junto con Neiker para estudiar esta enfermedad en las comunidades de Asturias y País Vasco.

Fecha: 28-Aug-2019

Tags: Fiebre Q

Fuente: Ovi España

Prevalencia

La cabaña de ovino y de caprino de Asturias está concentrada en el oriente de la región, aunque con presencia en la totalidad de los municipios. El tamaño medio de los rebaños es muy bajo, tan solo 12 animales en ovino y 25 en caprino.

Para el estudio de seroprevalencia frente a ‘C. burnetii’ en los rumiantes domésticos de Asturias se ha contado con los sueros recibidos en el Laboratorio de Sanidad Animal del Principado de Asturias (Lasapa), procedentes de las Campañas de Saneamiento Ganadero. Los sueros se analizaron mediante un Elisa indirecto (PrioCheck™ Ruminant Q Fever Ab Plate Kit, (ELISACOXLS2) que utiliza un antígeno de una cepa procedente de rumiantes, y cuya especificidad es del 99,5%.

Se han detectado anticuerpos frente a ‘Coxiella burnetii’ en todas las especies domésticas estudiadas en Asturias. Las prevalencias obtenidas han sido del 8,44% (13/154) en el ovino, 24,44% (33/135) en el caprino y 18,40% para el vacuno (30/163).

En general, puede apreciarse que la distribución geográfica de los animales seropositivos ha coincidido con la distribución de las tres especies estudiadas en la región y su consiguiente reflejo en la composición de los sueros del banco. No obstante, se han detectado animales seropositivos en zonas muy distantes, lo que hace suponer que la infección es ubicua en la región.

 Medidas de control

Las estrategias de prevención y control están encaminadas a limitar los riesgos de transmisión de ‘Coxiella burnetii’ por vía aerógena: - Evitar la salida del estiércol de la explotación para ser utilizado como abono antes de tener la completa seguridad de que la bacteria se encuentra inactivada (mínimo un mes tras los partos). - Realizar labores de limpieza y desinfección de las instalaciones con productos que inactiven la bacteria. - Evitar los partos fuera de las instalaciones. Retirada rápida y destrucción de fetos y placentas. Aislamiento de los animales que han abortado. - Prohibición de acceso a la explotación de personal ajeno a la misma. - Uso por parte del personal de la explotación de guantes, botas y ropa de uso exclusivo dentro de la explotación.

Algunas consideraciones importantes - El tratamiento antibiótico no es eficaz (Astobiza et al., 2010 y Taurel et al., 2012). - La vacunación con vacuna inactiva en Fase I (única disponible en el mercado) es una opción para proteger frente al aborto y reducir (pero no eliminar totalmente) la excreción de la bacteria al medio (Arricau-Bouvery et al., 2005). - Una vez que la infección se ha extendido en una explotación, la vacunación solo es efectiva para la reposición (animales susceptibles no infectados). - La vacunación es una estrategia que ha de plantearse a largo plazo durante varios años consecutivos (Courcoul et al., 2011). - Incluso sin vacunación, tras sucesivas parideras, se produce un descenso natural de la infección en las explotaciones ovinas infectadas.