Estudian la actividad genética del pino para que crezca más rápido

Las coníferas son árboles que dominan grandes extensiones del planeta, siendo el pino marítimo la especie de mayor distribución en España. Un equipo de investigación, en el que participa la Universidad de Málaga, ha desarrollado el primer atlas de expresión a nivel molecular de las coníferas con el objetivo de avanzar en el cultivo forestal.

Fecha: 14-Jul-2017

Fuente: SINC

Las coníferas, aparecidas hace 300 millones de años, presentan un alto valor medioambiental y económico, ya que son una excelente fuente de madera y resina, ésta última, una materia prima de gran interés para las industrias farmacéutica y cosmética.

Con unas características biológicas muy particulares, como sus enormes genomas –varias veces el humano–, su gran tamaño –en algunas especies más de 100 metros de altura– y sus largas vidas  –de hasta 5.000 años–; el estudio a escala molecular de las coníferas se ha convertido en el objetivo de investigadores de la Universidad de Málaga, que han desarrollado el primer mapa de expresión de los genes en los diferentes tejidos de la planta, para conseguir en un futuro seleccionar los mejores ejemplares y que estos crezcan con mayor rapidez y con madera de más calidad.

“Hasta el momento, este es el primer atlas de actividad de los genes que se ha hecho en coníferas, por lo que se trata de una base de datos de enorme utilidad para la comunidad científica, ya que permite saber en qué células o tejidos actúa cada gen y así relacionar las diferentes funciones biológicas con genes concretos o grupos de estos”, afirma el investigador Rafael Cañas, quien explica que con esta herramienta se puede conocer mejor las rutas metabólicas y de regulación y, con esta información, plantear programas para mejorar el cultivo forestal.

Han desarrollado el primer mapa de expresión de los genes en los diferentes tejidos de la planta

Técnica de última generación para aislar tejidos

En el proyecto desarrollado por el grupo de Biología Molecular y Biotecnología de Plantas de la UMA ‘BIO-114’, el investigador Rafael Cañas ha dado un paso más con el empleo de la técnica de captura de tejidos por microdisección láser. “Esta técnica permite aislar tejidos de una muestra biológica para su posterior análisis individual, proporcionando datos precisos acerca de la localización de las distintas funciones biológicas”, aclara Cañas.

El análisis bioinformático de última generación se ha desarrollado a partir de los datos de secuenciación de las muestras suministrados por el Servicio de Ultrasecuenciación situado en el Edificio de Bioinnovación de la Universidad de Málaga, generando una base de datos de consulta online a disposición de toda la comunidad científica.

Los resultados de este proyecto han sido publicados en la revista The Plant Journal y se ha realizado en colaboración con el Instituto de Bioinformática de la Universidad de Gante (Bélgica) en el marco del proyecto europeo ProCoGen.