Entra en vigor la limitación de grasas trans

El 15 de mayo ha entrado en vigor la normativa europea que limita la presencia de grasas trans en la producción alimentaria industrial. El Reglamento (UE) 2019/649 de la Comisión Europea fija en un máximo de 2 gramos de grasas trans por cada 100 de grasa y establece un periodo transitorio de dos años para que las industrias puedan adaptarse a este cambio, que debe aplicarse a los alimentos destinados a los consumidores y a los minoristas.

Fecha: 17-May-2019

Fuente: Agrodigital

Galletas, bollería, helados, snacks como patatas fritas, o comidas precocinadas como croquetas y empanadillas. Estos son los alimentos en los que es más habitual encontrar grasas parcialmente hidrogenadas, más conocidas como grasas trans, según explica la profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Alicia Aguilar. Las grasas trans consisten en aceites vegetales ―más económicos que los de origen animal― a los que se añade hidrógeno a presión para conseguir que no sean tan líquidos y tengan una textura más fácil de manipular. Esta hidrogenación parcial también alarga la fecha de caducidad del producto.

Aun así, está demostrado que son incluso más peligrosas para la salud que las grasas saturadas, de origen animal: «Las grasas trans provocan los mismos efectos nocivos que las saturadas consumiendo una cantidad mucho menor. Por este motivo, es importante regular que su presencia en los alimentos sea mínima», explica Alicia Aguilar, investigadora del grupo de investigación FoodLab de la UOC. El consumo de ácidos grasos trans aumenta los niveles de colesterol, sobre todo el colesterol LDL (colesterol malo), y, además, disminuye el colesterol HDL (colesterol bueno).

De hecho, el consumo de grasas trans causa el doble de cantidad de colesterol malo que si se ingiere la misma cantidad de grasas saturadas. También hacen crecer la presencia de triglicéridos en la sangre, y son el nutriente que, cuando se hace una ingesta elevada, más aumenta el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, que son la primera causa de muerte en la Unión Europea, según señala Aguilar. La obesidad y la diabetes también están vinculadas a dietas ricas en calorías procedentes de grasas trans.