El USDA prevé que bajará la producción mundial de aceite de oliva y subirá la de España

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha publicado un informe en el que predice que la producción mundial de aceite de oliva disminuirá nuevamente, por tercer año consecutivo, en la próxima cosecha 2020- 2021, estimando que la producción mundial caerá a 3,03 millones de toneladas, por debajo de los 3,12 millones producidos en la última cosecha 2019-2020.

Fecha: 15-Jun-2020

Según esta previsión —que se basa en informes oficiales de los principales países productores, así como en información de otras fuentes públicas y privadas, y han sido recogidas por la publicación especializada estadounidense Olive Oil Times en un artículo firmado por Daniel Dawson— el USDA estima que la gran mayoría de la disminución de la producción tendrá lugar en la Unión Europea, con la excepción de España. Del otro lado del Mediterráneo, también se espera que dos de los mayores productores de la región, Túnez y Turquía, tengan cosechas más bajas que en 2019.

En este sentido, la publicación estadounidense asegura que los analistas españoles del sector están de acuerdo en gran medida con las estimaciones del Departamento de Agricultura estadounidense y esperan que la próxima cosecha 2020-2021 se parezca a la de 2018-2019 en la cuenca del Mediterráneo, en la que España produjo un récord de 1,79 millones de toneladas de aceite de oliva, mientras que también esperan que la producción en Grecia, Italia, Marruecos, Portugal y Túnez sea similar a la del año de cosecha 2018-2019. Por su parte, Bill George, economista agrícola del USDA, comenta que «mientras según nuestras fuentes el aceite de oliva prensado en España en 2019-2020 se situaría en 1,2 millones de toneladas, la previsión para 2020-2021 es que esta cifra aumente significativamente, posiblemente sobrepasando el récord histórico de 1.8 millones de toneladas», dijo George.

Aumento de la demanda 

Pero, además de esta previsión de disminución de la producción mundial de aceite de oliva, el USDA departamento también predice un aumento en el consumo internacional de este producto, argumentando como razones la creciente conciencia por parte de los consumidores, en todo el mundo, respecto a los beneficios que para la salud supone el consumo de aceite de oliva, junto con unos precios persistentemente bajos.

«Los precios del aceite de oliva en España han bajado significativamente desde hace unos años, lo que ayudará a fomentar el crecimiento continuo del consumo, aunque la crisis del COVID-19 y su impacto en los ingresos y los patrones de consumo podrían convertirse en un factor que limite el crecimiento del consumo», explica el economista del Departamento de Agricultura estadounidense, aunque advirtiendo que no existe ningún análogo histórico para predecir qué impacto tendrá el coronavirus en la producción o el consumo mundial de aceite de oliva.