El sector vitivinícola frente al desafío del cambio climático

El Grupo Cooperativo Cajamar ha editado una publicación titulada “El sector vitivinícola frente al desafío del cambio climático” que ha sido coordinada por Raúl Compés y Vicente Sotés, profesores de la Universitat Politècnica de València y de la Universidad Politécnica de Madrid, respectivamente.

Fecha: 21-Aug-2019

Fuente: Red Remedia

El cambio climático se ha convertido en uno de los grandes retos de nuestro tiempo. En general, el agroalimentario es uno de los sectores más vulnerables. En su seno, la vitivinicultura es una de las actividades más sensibles, dada la elevada influencia de los factores ambientales en la cantidad y calidad de la producción de la uva y el vino. Algunos especialistas lo consideran la amenaza más grave a la que se enfrenta el sector vitivinícola.


En general, el cambio climático va a provocar cambios significativos en la geografía económica del vino en el mundo. Los impactos varían de unas zonas a otras, pero en las regiones de clima mediterráneo las previsiones señalan un predominio de los efectos negativos, sobre todo en el medio y largo plazo. Este desafío a la sostenibilidad del sector en numerosos territorios ha provocado el surgimiento de una amplia línea de investigación sobre el problema, en particular en lo que se refiere al estudio de las interacciones entre vino y clima y al análisis de estrategias y medidas de mitigación y adaptación.

Esta ambiciosa Monografía aborda de forma integral el conjunto de implicaciones que el cambio climático tiene para el sector vitivinícola, teniendo en cuenta sus dimensiones territoriales, tecnológicas, productivas e institucionales a lo largo de toda la cadena de valor. Consta de 16 capítulos más un Prólogo y un Epílogo y participan en ella 31 expertos de cinco países productores. La obra tiene un enfoque multidisciplinar, ya que los autores proceden de medios diversos tales como universidades, centros de investigación, administraciones públicas, empresas vitivinícolas y servicios de asistencia técnica. En general, se adopta un estilo de transferencia que pretende poner a disposición de los profesionales del sector el conocimiento científico y técnico disponible sobre el tema.

De las aportaciones se deduce que el cambio climático representa un desafío global que exige una respuesta colectiva. Si bien se constata que el sector está demostrando una elevada capacidad de respuesta, también se deduce que hay que realizar más esfuerzos para garantizar la sostenibilidad de una actividad milenaria en muchas regiones mediterráneas. Conociendo la historia del cultivo, es muy probable que la uva y el vino se adapten y sobrevivan a este nuevo reto, aunque esta vez los cambios que se esperan pueden ser mayores que los acontecidos a lo largo de sus 8.000 años de historia. Sin embargo, lo que no es evidente es el futuro de nuestras viñas, la calidad de nuestros vinos y la viabilidad de una actividad que ha conformado nuestros paisajes y culturas.

Aunque el cambio climático obliga a replantearse todo el proceso productivo, desde la plantación del viñedo a la tipicidad del vino –garantizada en muchos casos por marcas y denominaciones de origen–, existen algunos aspectos especialmente críticos, como es el caso del equilibrio entre la madurez alcohólica y fenólica de la uva y de la gestión del agua de riego, estrategia clave de adaptación en muchas zonas. Para finalizar, la obtención de uva y vino de calidad va a requerir cada vez más capital científico y tecnológico, pero también una nueva conciencia ecológica.