El riego deficitario controlado y su aplicación en frutales

Riego deficitario: La escasa disponibilidad de recursos hídricos, unido a los altos costes del riego, obliga a adoptar cambios drásticos en el manejo de éste, al objeto de contribuir a la obtención de producciones económicamente rentables, con dotaciones hídricas inferiores a las que los árboles requieren para su óptimo crecimiento y producción.

Fecha: 03-Jun-2019

Tags: riego

El contenido de este artículo de nuestra sección de Agrotecnia fue elaborado por oax.es, el cual fue revisado y reeditado por Portalfruticola.com 

El riego deficitario controlado es una estrategia de aplicación de agua, basada en la idea de reducir los aportes hídricos en aquellos periodos fenológicos en los que un déficit hídrico controlado no afecta sensiblemente a la producción y calidad de la cosecha, y de cubrir plenamente la demanda de la planta durante el resto del ciclo de cultivo.

Foto: www.goodfruit.com

Para ello resulta fundamental conocer los efectos del déficit hídrico sobre la producción y la calidad de la cosecha, conocimiento que se viene buscando a través de la aplicación de prácticas de riego en las que sólo una fracción del agua perdida a través del proceso de evapotranspiración (ETc) es reemplazada mediante el riego, y que han sido englobadas dentro del término Riego deficitario.

Para el establecimiento de este tipo de estrategias, tendremos que tener en cuenta toda una serie de factores que pueden condicionar de forma importante su viabilidad. A continuación se enumeran las siguientes:

Riego deficitario: Periodos críticos del cultivo

  • Nivel de coincidencia entre crecimiento vegetativo y crecimiento productivo
  • Características del suelo
  • Sistema de riego
  • Climatología
  • Resistencia a la sequía del cultivo

Manejo del riego deficitario controlado en la «clementina de Nules»

Las tres fases de crecimiento del fruto en el que se aplica el riego deficitario controlado son las siguientes:

  1. Floración y cuajado
  2. Fase inicial del crecimiento del fruto
  3. Final del crecimiento del fruto y maduración

Hay que tener en cuenta que estos datos son genéricos y pueden variar dependiendo de la zona donde crezcan los árboles y de su variedad.

Los resultados obtenidos en diferentes experiencias realizadas por González Altozano y J. R. Castel en 2000-2003 (Riego deficitario controlado en “Clementina de Nules”, publicado en la revista Spanish Journal of Agricultural Research) en mandarinos ponen de manifiesto las grandes diferencias de sensibilidad al estrés hídrico dependiendo de la fase fenológica en que éste ocurra.

Así, el periodo más crítico y por tanto el menos aconsejable para reducir el aporte de agua de riego, fue la primavera, durante la fase de floración y cuajado, dado que pequeñas diferencia de potencial en la hoja respecto del control, reducen drásticamente la producción por aumento de la caída de frutos al reanudar el riego a dosis normales.

Además se origina una sobreproducción de brotes florales en la brotación de verano que da lugar a frutos tardíos carentes de valor comercial.