El cambio climático redirige el sistema de Seguros Agrarios hacia un modelo más solidario y universal

Cooperativas Agro-alimentarias de España ha participado hoy en la Jornada "Desafíos del Seguro Agrario: cambio climático y gestión de riesgos". El MAPAMA ha acogido hoy la jornada ‘Desafíos del seguro agrario: cambio climático y gestión de riesgos’, organizada por el Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Cajamar Caja Rural. En ella, los actores públicos y privados que conforman el sistema, han aportado su visión sobre los retos que debe afrontar el sistema de seguros agrarios ante distintas amenazas, con especial incidencia en el cambio climático, sus riesgos y también sus oportunidades.

Fecha: 16-Apr-2018

Fuente: FACA

 

Por parte de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha participado en la Jornada su director, Agustín Herrero junto a expertos de otras entidades, organizaciones agrarias, de ENESA, de Agroseguro y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). En la inauguración de la jornada, el subsecretario del MAPAMA, Jaime Haddad, ha subrayado la importancia del sistema de seguros agrarios español, señalando que se puede considerar como el más desarrollado y con mayor nivel de cobertura a los distintos riesgos naturales, de todos los Estados miembros de la Unión Europea. Esto conlleva, ha apuntado, la necesidad de equilibrar el impacto que la actividad agraria tiene sobre el medio ambiente, sin olvidar el impacto de los cambios en las condiciones climatológicas y del aumento de fenómenos extremos sobre una actividad íntimamente ligada al mismo, como es la agraria.

Por ello, ha señalado Haddad, el Gobierno sitúa entre sus prioridades la apuesta por los intereses del sector agrario y, en particular, de la gestión de riesgos, apoyando los seguros agrarios y dándoles un trato preferencial, diferenciado, abogando por garantizar la sostenibilidad medioambiental, económica y social. Así, en este año, frente a las condiciones climatológicas, el sistema de gestión de riesgos ha sabido responder, y ha servido para que el descenso lógico de ingresos se vea minorado con unas indemnizaciones que han superado los 710 millones de euros. Haddad ha finalizado su intervención insistiendo en la necesidad de que el sector internalice los costes del seguro como un gasto más de la explotación, permitiendo la dispersión del riesgo y unas primas más accesibles.

También ha subrayado el compromiso del Gobierno con los Seguros Agrarios Combinados, recordando que se dedica a las medidas de gestión de riesgos, un elevado nivel de apoyo con más de 250 millones de euros en 2017, y que el Ministerio concederá, por cuarto año consecutivo, el máximo respaldo permitido por la UE a la contratación de pólizas que cubren daños catastróficos, asumiendo el 65% del coste del seguro. La inauguración también ha contado con Miguel Rodríguez de la Rubia, director de Banca de Empresas de Economía Social y Agroalimentario de Cajamar Caja Rural, y Carmen Olmo, presidenta en funciones del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas. A continuación, Miguel Pérez Cimas, director adjunto de ENESA, ha resaltado que desde el año 2014 se encadenan distintos records en el capital asegurado, hasta superar los 13.600 millones de euros en 2017. “Son datos que constatan que los seguros agrarios son una herramienta fundamental de garantía de ingresos para los productores”. Además, según sus palabras, es imprescindible el mantenimiento de las subvenciones, ya que sin ellas “se produciría una gran caída de contratación que podría hacer inviable el actual sistema de seguros agrarios”.

Para José Carlos Sánchez, director del área de siniestros de Agroseguro, 2017 supuso una prueba de estrés para el sistema por la alta incidencia de siniestros, especialmente por la sequía, situación que pudo solventarse de manera exitosa por dos factores: el humano, gracias a los peritos conformados en su mayoría por Ingenieros Técnicos Agrícolas, y el tecnológico. “El papel de los peritos, independientes y altamente preparados, fue todo un ejemplo de profesionalidad, ya que durante los meses de verano tasaron una media de 35.000 ha. al día”. Para el consultor de la Organización Meteorológica Mundial y divulgador científico, José Miguel Viñas, el sector agrícola será el que más afectado se vea por el cambio climático pero, según su visión, no solo se darán riesgos, sino también oportunidades, por lo que será necesario adaptar los cultivos. Según Viñas, hay dos estrategias prioritarias para afrontar el cambio climático, la mitigación, con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y la adaptación con el uso de las tecnologías. En esta línea, ha presentado el proyecto europeo Copernicus, que a través de una flotilla de satélites permite observar detalles de la superficie terrestre con una calidad sin precedentes, y que aportan información vital para optimizar la gestión de los cultivos. Por su parte, la Catedrática de Economía Agraria de la UPM e investigadora del CEIGRAM, Isabel Bardají, ha hablado sobre la gestión de riesgos, dado que estos son cada vez más altos por factores como el riesgo de mercado por la variabilidad de los precios y, sobre todo, las incidencias climatológicas. Según Bardají: “Es necesario compatibilizar las ayudas de Estado de nuestro sistema de seguros agrarios con el segundo pilar de la PAC, que entre sus prioridades establece la gestión de riesgos en el sector agrícola hasta 2020. En esta línea, habría que avanzar en el estudio de un seguro de rentas que contemple la volatilidad de los mercados”.

Qué opina el sector agrario Durante una mesa redonda con representantes del sector, Agustín Herrero, director de Cooperativas Agro-alimentarias de España, ha destacado que las cooperativas comparten la estrategia ministerial de defensa del sistema de seguros como una herramienta fundamental para reforzar la viabilidad del sector, al protegerlo frente a circunstancias adversas que se escapan al control de los productores. Además, se trata de un sistema de seguros modélico, "aunque todo es mejorable", ha añadido. “Las cifras de contratación es evidente que crecen, pero es necesario mejorarlas animando a la contratación con más subvenciones, mejorando coberturas y ajustando rendimientos”. Agustín Herrero ha subrayado el papel de Cooperativas Agro-alimentarias para defender los intereses de las cooperativas y como interlocutores en el Sistema de Seguros Agrarios, destacando que las cooperativas llevan a cabo una importante labor de comercialización del seguro agrario, a través de una vasta y capilarizada red de distribución con Corredurías y Agentes que cuentan con una formación, experiencia, conocimiento, implicación y compromiso constante con el sector agrario. Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, ha reivindicado un incremento en los presupuestos autonómicos destinados a subvencionar estos seguros, “porque si no el agricultor dejará de contratar, ya que le tiene que resultar rentable”. Por su parte, Miguel Padilla, presidente de COAG Murcia, ha pedido un sistema de seguros solidario para compensar siniestros importantes a nivel estatal, y universal, de manera que todos los productores estén asegurados y esto incida en la reducción del coste de las primas. Pedro Barato, presidente de ASAJA, ha reconocido la funcionalidad del sistema, y a su vez ha destacado la necesidad de mejorar algunos aspectos, como la baja contratación de seguros agrarios en algunos cultivos, como el olivar, herbáceos y frutos secos, así como revisar las penalizaciones que sufren los productores ante circunstancias que no pueden controlar, como los ataques de animales silvestres. Barato ha pedido que se estudie “la obligación de asegurar para todos los productores”.

En la mesa redonda también han participado Inmaculada Poveda, directora de Agroseguro, y José María García de Francisco, director de ENESA. Poveda ha destacado que están en escucha activa del sector para seguir optimizando el modelo, y mejorar la fidelización de los agricultores. Por su parte, García de Francisco, ha afirmado que el sistema está consolidado, y que los productores deberían de percibirlo como un coste de producción más.