Desde el punto de vista ecológico, no podría haber una forma más rápida y efectiva de eliminar la mayor parte de la vida en la Tierra. Se necesitan aproximadamente 6 millas cuadradas para soportar a un humano cazador-recolector. La agricultura intensiva moderna, por el contrario, puede soportar hasta 4.000 personas en la misma área de tierra. Eso signica que necesitaríamos otros 12 planetas para sostener una población humana actual en un sistema completamente de cazadores-recolectores. Esto es, por supuesto, solo un experimento mental.

Sin tecnología e ingenio para extraer más alimentos de áreas más pequeñas, la población nunca habría alcanzado los niveles actuales. Esto no signica que todo es color de rosa. Cientos de millones de personas, principalmente en el África subsahariana y el sur de Asia, permanecen en una agricultura de subsistencia de bajo ingreso y bajo rendimiento.

En América del Norte, Europa y otras regiones desarrolladas, laagricultura moderna es sumamente eciente en términos de tierra y trabajo. Traducido por agriculturers.com. La agricultura moderna también se ha vuelto políticamente controvertida. El movimiento orgánico ha desaado todo el modelo de la agricultura industrializada, buscando pasar a un ideal menos intensivo que los proponentes consideran más cercano a la naturaleza. Los debates se enfurecen con los pesticidas, las hormonas, el bienestar animal, etc.

Las concesiones rara vez se reconocen. Por ejemplo, los menores rendimientos orgánicos signican inevitablemente que se debe cultivar más tierra para alimentar a la misma cantidad de personas, por lo que el efecto ambiental neto puede ser negativo.

El Ecomodernismo, una variante más progresiva del pensamiento ambiental, busca tomar un enfoque pragmático a estos desafíos, dando la bienvenida a la tecnología donde esto puede hacer que los humanos dependan menos de la naturaleza. Como un grupo de activistas y pensadores ambientales (de los cuales yo era uno) escribí en el Maniesto Ecomodernista en 2015: “Los ecosistemas de todo el mundo están hoy amenazados porque la gente confía demasiado en ellos: las personas que dependen de la leña y el carbón como combustible reducen y degradan los bosques; las personas que comen carne de animales silvestres para alimentarse cazan a las especies de mamíferos hasta la extinción local … las tecnologías modernas, al usar los ujos y servicios de los ecosistemas naturales de manera más eciente, ofrecen una posibilidad real de reducir la totalidad de los impactos humanos en la biosfera “.

La matemática es simple. Apoyar a una población en crecimiento sin aumentar las tierras de cultivo requiere aumentar los rendimientos de los cultivos. Las brechas de rendimiento en los países más pobres deben ser cerradas con una mejor genética de cultivos y técnicas agrícolas modernas.

La agricultura a menudo se demoniza como egoísta y destructiva del planeta. Sin embargo, necesitamos agricultores, especialmente agricultores ilustrados, más que nunca. Traducido por agriculturers.com. Los agricultores deben poder innovar y adaptarse. Un ejemplo del debate sobre los OGM muestra qué sucede cuando esto sale mal.

Europa es ahora el continente oscuro cuando se trata de la producción moderna de cultivos moleculares. Al igual que el miedo medieval a la brujería, la sospecha popular de que los cientícos manipulan los genes ha retrasado el progreso durante un cuarto de siglo. Eso signica que la agricultura europea es menos productiva y más dependiente de productos químicos de lo que sería de otra manera.

Difícilmente un buen resultado para el planeta. Los ecologistas quieren ver la ciencia completamente aplicada en la agricultura para que los agricultores puedan hacer su trabajo de cultivar alimentos de la manera más sostenible y productiva que puedan. No hay nada progresivo en tratar de bloquear el progreso. Si usted es un agricultor que desea aprovechar al máximo su tierra, tanto para usted como para las generaciones futuras, y si cree que el futuro puede ser mejor que el pasado, probablemente también sea ecomodernista.

Mark Lynas es el autor de varios libros sobre el medio ambiente. Lynas es miembro visitante de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de la Universidad de Cornell. Es un orador frecuente sobre el cambio climático, la biotecnología y la importancia de la ciencia en la sociedad.