Ebro Foods apuesta por el liderazgo en los bio

Pone en marcha una nueva división bajo la sociedad Alimentation Santé. La francesa Celnat y la española Vegetalia han sido las primeras compras para construir la nueva oferta del grupo. Es líder mundial en arroz y el segundo en pastas

Fecha: 06-Jun-2017

Fuente: Qcom.es

En 2001, Ebro Foods, propietaria ya del 60% de la empresa Herba, adquiría el 40% restante de la arrocera sevillana y ponía en marcha una política de compras continuada en España y en todo el mundo el mundo, junto a un crecimiento orgánico, para situar a la multinacional española como líder en el mercado mundial del arroz con una cuota de mercado en Estados Unidos superior el 23%.
En 2005, la empresa española adquiría por 639 millones de euros la firma francesa Panzani, líder en la comercialización de pasta y de salsas en Francia. Y, siguiendo la misma estrategia de compras y de crecimiento interno, Ebro Foods se hacía con en el segundo lugar del mundo en los mismos sectores.
Hace poco más de un año, en enero de 2016, la empresa española procedía a la constitución de la división de alimentos orgánicos encabezada por la sociedad Alimentation Santé, en base a una política de compras, junto la incorporación a esta división de los productos propios en la misma línea de salud en la que ya se hallaban trabajando las empresas del grupo. El objetivo, el mismo que el marcado en su día por el grupo en el arroz, la pasta o las salsas: lograr unas posiciones de liderazgo.

En la última década, el grupo Ebro Foods ha llevado a cabo inversiones para seguir creciendo por un importe estimado de unos 2.300 millones de euros. En paralelo, acometió desinversiones en sectores que la empresa no consideraba estratégicos o con posibilidades para seguir creciendo por un montante de 1.700 millones de euros. Entre esas desinversiones destaca la venta de Azucarera en 2008 a British Sugar por 526 millones de euros, dos años más tarde la de Puleva a los franceses de Lactalis por 630 millones o su salida como accionista de la actual Deoleo cuando se llegó a barajar su fusión y la posibilidad de un gran grupo alimentario español. En leche y azúcar, el grupo no consideraba que existían los mimbres necesarios para crecer y tener una posición de liderazgo. En el aceite, no se sabe si la salida fue por no confiar en el futuro del sector o en la gestión del entonces presidente de la aceitera, Jesús Salazar, que llevó al grupo al liderazgo mundial a base de la chequera y el endeudamiento que le ha llevado Deoleo a su actual situación de causa de disolución por sus pérdidas de 179 millones en 2016.
Antonio Hernández Callejas, presidente y primer accionista de la empresa, considera que los productos biológicos han tenido una larga travesía en el desierto con una demanda limitada solamente a unos colectivos muy reducidos. Sin embargo, estima que esa situación y visión de la misma ha sufrido en los últimos años una profunda transformación, para abrirse esa demanda a toda la sociedad desde la perspectiva de la salud y de la necesidad de una alimentación más saludable. Entiende que poco a poco se han ido superando dudas y, en muchos casos, la desconfianza sobre las propiedades de este tipo de productos hasta ser generalmente aceptados con un plus diferencial que el consumidor está dispuesto a pagar.

Aunque la creación de la división de los alimentos orgánicos encabezada por Alimentation Santé tiene su constitución en 2016 con la compra de la sociedad francesa Celnat, adquirida en enero de ese misma año y de Vegetalia en España en enero de este año, la realidad es que la apuesta del grupo por este tipo de productos se mantiene ya desde 2015. En ese objetivo, la mayor parte de las empresas del grupo donde conviven más de 70 marcas en todo el mundo, comenzaron a posicionarse en el segmento de la salud con el lanzamiento al mercado de nuevos productos basados en una oferta de granos consumidos en el pasado y hoy relegados, como la quinoa, chía, bulgur, y otros como el gluten free o los cereales orgánicos, para dar respuesta a las demandas de los consumidores. Esta estrategia se impulsó en 2016 con el lanzamiento de productos bio a través de las principales marcas del grupo, tanto en Norteamérica como en Europa muy especialmente con la marca SOS como líder. En esta estrategia se comercializan productos como Arroz SOS ecológico, SOS Vidasania, Vidasania Quinoa, Quinoa roja, Quinoa integral, Tres quinoas, Vidasania Chía o productos premium a través de otras firmas como Rice Selec, Garofalo o Riso Scotti.
El paso hasta la fecha más importante dado en la política de expansión para el desarrollo de la nueva división en la empresa lo ha constituido la compra hace un año de la sociedad francesa Celnat por un importe de 25 millones de euros, una compañía 100% bio, fundada en 1979, pionera desde 1980 en la introducción en ese país de la comida macrobiótica y uno de los principales productores de cereales orgánicos, con unas ventas de 22 millones de euros de los que un 20% corresponden a la exportación. Cuenta con 250 referencias en granos de cereal, arroz, legumbres, copos, sopas, snacks, algas marinas, productos dietéticos, etc
La segunda adquisición en esta nueva estrategia del grupo se concretó en la reciente compra por 15 millones de la firma catalana Vegetalia, productora y transformadora de productos orgánicos desde 1986 y pionera en la oferta de proteínas vegetales en una mezcla entre las técnicas artesanales y las modernas tecnologías. El 99% de sus ventas son productos orgánicos, dispone de 1.500 referencias, desde los productos frescos, comida seca, bebidas y dietas, de las que un 64% son de productos propios obtenidos con el uso de técnicas sostenibles desde el agua a la energía. Cuenta con 70 hectáreas de tierra de cultivo y otras 50 de área forestal. Entre esa amplia gama de productos se hallan bebidas de jugo y energéticas, seitán tofu, patés, legumbres, pasta, cereales, harinas, leches o frutos secos.
En conjunto, la inversión llevada a cabo en compras para la nueva división apenas si supera los 40 millones de euros y la facturación actual se sitúa en unos niveles similares, lo que supone que no llegan al 2% de las ventas totales del grupo.
Obviamente, como una estrategia de futuro y como la tercera pata de la empresa, Antonio Hernández Calleja no descarta la posibilidad de nuevas adquisiciones, pero sin prisas y muy especialmente en base a empresas de tamaño medio con potencial de crecimiento. Inicialmente considera que es importante el desarrollo de todas las posibilidades y capacidades de las dos empresas adquiridas, así como del propio crecimiento orgánico en base a los trabajos que ya están haciendo cada una de las sociedades del grupo. En los últimos años, las inversiones orgánicas de la empresa se han situado en unos 120 millones de euros, parte importante de los cuales podían ir destinados en el futuro a impulsar la nueva división.
Ebro Foods, bajo la presidencia de Antonio Hernández Callejas, ha pasado en los últimos quince años de ser una empresa que se debatía entre el azúcar y la leche con el arroz como añadido, a ser la primera empresa alimentaria española con una facturación estimada para 2016 de 2.471 millones de euros, de los que más del 90% corresponden al exterior, con un beneficio neto de 167 millones de euros, un ebitda de 340 millones y el objetivo a corto plazo de llegar en los próximos años a los 400 millones y unos gastos en publicidad de sus 70 marcas en todo el mundo de 104 millones de euros. Opera en todo el mundo con 45 plantas de las que 30 se hallan en los países de la Unión Europea, de las que ocho están en España. Estos resultados y un endeudamiento de solo unos 400 millones de euros, son los principales argumentos del grupo para seguir con la política de expansión, con la construcción de nuevas plantas en Asia y en Estados Unidos o con la política de compras sin prisas, tratando de lograr siempre el mejor precio.