Nos desplazamos hasta Jerez de la frontera (Cádiz) para conocer en qué consiste este proyecto donde bajo un engranaje aparentemente complicado, se han unido las organizaciones agrarias UPA y ASAJA, Cooperativas Agroalimentarias de España, FEPEX y la Asociación Española Agricultura de Conservación/Suelos Vivos. Y cuando conocemos sus objetivos, entendemos porque esta Alianza ha sido algo natural, creada con el único objetivo de mostrar a los ciudadanos qué y cómo producimos alimentos en España.

Por Marga López, Periodista Agroalimentaria

¿Por qué surge realmente esta Alianza, qué necesidades identificasteis para decidir apostar por un proyecto como este?

ALAS surge por la necesidad que tenemos el mundo agro de defendernos de los ataques que recibimos desde el mundo urbano, la mayoría sin argumentos científicos y generados casi siempre por el desconocimiento hacia nuestra actividad. Pero no sólo para defendernos, sino también porque entendemos que los agricultores y ganaderos tenemos que tener una actitud proactiva, y dar a conocer qué hacemos y cómo lo hacemos, abrir las puertas del campo a la ciudad, y explicar qué hoy no se puede producir como se hacía 15 años, que las reglas del juego han cambiado, y en la mayoría de los casos para mejor. Por ejemplo, hoy para producir una tonelada de tomate necesitamos un 52% menos de tierra que en 1985, un 33% menos de agua y un 12% menos de consumo de energía. Es decir, somos más eficientes y más sostenibles medioambientalmente y eso hay que decirlo, contarlo. También combatimos la huella de carbono: la producción agrícola ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 24% desde 1990. Desarrollamos igualmente una labor social, pues si ponemos trabas al campo y desaparecen los ganaderos y agricultores, España no solo se quedará “vaciada”, sino que estará desértica. Nosotros mantenemos vivos los pueblos, con recursos que permiten a los urbanitas venir aquí los fines de semana. Todo esto quiere comunicar ALAS, además de explicar a los consumidores las necesidades actuales de nuestro modelo productivo, que no son las mismas que las del norte de Europa, por lo que necesitamos herramientas distintas para poder seguir trabajando.

¿Y cómo enfocáis esta labor de comunicación?

En un primer momento estamos presentando este proyecto en las distintas Comunidades Autónomas, de la mano de las respectivas Consejerías de Agricultura, pero también queremos implicar a las de Educación, Cultura y por qué no Sanidad…

Así, mediante eventos, jornadas, ponencias… queremos iniciar un debate, basado siempre en criterios científicos y donde estén todos los que componen la cadena agroalimentaria. Tenemos las puertas abiertas y queremos que de ese debate participen todos, los ambientalistas, los consumidores, todos.

Faltan eslabones importantes de la cadena de valor como la distribución.

Inicialmente ALAS está compuesta solo por la parte productiva de esa cadena, productores, ganaderos y comercializadores. Pero sí queremos tener con la distribución, casas de semillas, empresas de sanidad vegetal y fitosanitarios, una relación estrecha y que participen de esos puntos de encuentros y de debate, porque está claro que juegan un papel muy importante en nuestra labor de comunicar cómo es nuestro sistema productivo, la rigurosidad y la trazabilidad con la que operamos.

Su presidencia es rotativa por un periodo de dos años. Asume Usted el máximo órgano de la Alianza quizás en el momento más importante, en el lanzamiento de ALAS. ¿Qué retos se marca a nivel personal?

El primer paso como he dicho es dar a conocer la Alianza a todas las instituciones, incluso presentarla en el Congreso de los Diputados. También creo que sería positivo tener al menos una reunión al año con nuestros Eurodiputados, para que conozcan este proyecto y puedan utilizarlo como herramientas para defender la agricultura española en Europa. En este sentido, hace unos meses la presentamos a COPA-COGEGA en el Parlamento Europeo y la respuesta fue increíblemente positiva, incluso ha despertado el interés de otros países por crear entidades similares. ¡Quién sabe si en unos años tendremos una Alianza ALAS a nivel europeo!