¿Debe reinventarse o adaptarse la profesión veterinaria a los nuevos tiempos? / Manuel Gascón

Fecha: 13-Jan-2020

Manuel Gascón
Departamento de Patologia Animal
 Facultad de Veterinaria - Universidad de Zaragoza
Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)
manuelgp@unizar.es

Llevamos viviendo unos años con cambios importantes a nivel social en los hábitos alimenticios y en el crecimiento de movimientos de grupos animalistas que creo deberían hacernos pensar a aquellos que tenemos la responsabilidad de diseñar los grados de veterinaria y de ciencia y tecnología de los alimentos, y a los responsables de regular la profesión veterinaria, colegios profesionales y consejo general de colegios veterinarios de España. Pero es principalmente el grado de veterinaria el que más debería pensar en las consecuencias negativas, pues en el de Ciencia y Tecnología Alimentaria las consecuencias pueden ser más positivas al abrir nuevos cambios y tendencias para la industria alimentaria.

Dos aspectos son bajo mi punto de vista importantes, por sus posibles consecuencias: por un lado la reducción del consumo de carne, paralelo a un incremento del número de veganos y vegetarianos; este hecho a nivel social es cuestionable si es bueno o malo, cada uno tomará la decisión que crea más correcta, pero no es bueno para la industria cárnica y todo lo que ello conlleva, y afecta al futuro de la veterinaria de alguna manera. Por otro lado está el incremento de los movimientos animalistas, en defensa de la vida de los animales,  en contra de su sacrificio y en defensa de su  bienestar, lo que de alguna manera influye en el aspecto anterior (esta filosofía implica de forma colateral el no consumo de carne animal), a la vez que en los grados de veterinaria aparecen algunos casos de objeción a realizar prácticas con animales, por considerar que se afecta al bienestar de los mismos y en algunos casos supone sufrimiento.

Los comités éticos hacen un trabajo perfecto, encomiable, en defensa del bienestar animal, haciendo que se respeten todas las normativas europeas, y algunas internacionales, y en las Facultades de Veterinaria todas las actividades prácticas con animales deben llevar el informe favorable de los protocolos por los comités éticos, al menos esto es así en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, además de establecer unas normas de seguridad en pràcticas e información y transparencia a todos alumnos, desde el momento 0, cuando entran a la Facultad para iniciar sus estudios.

Podríamos decir que, a nivel de diseño de los grados e impartición de la docencia de los mismos en las Facultades de Veterinaria, se ha hecho un buen trabajo, y se aplican todas normativas y se trabaja con una total transparencia. Pero los cambios de los hábitos alimenticios a nivel social siguen avanzando, y si la veterinaria no se reinventa o revisa este fenómeno la reducción del consumo de carne animal seguirá mermando la producción de carne de origen animal repercutiendo en la profesión veterinaria.

Añadamos a lo anterior que los porcentajes de alumnos que entran con vocación por los animales de compañía son abrumadores, quedando sólo un pequeño porcentaje de alumnos que orientan su vocación a los animales de renta, este es otro aspecto a revisar, cada vez cuesta más cubrir puestos de trabajo en clínica/producción de rumiantes, y otras especies de renta. Debe hacerse a lo largo de los años de desarrollo del grado una labor de información al estudiante sobre las competencias y campos profesionales del veterinario, para que ampliar su mente profesional.

Hay más datos preocupantes: el culpar a los rumiantes del efecto invernadero, utilizando cifras de contaminación de forma tendenciosa; la publicidad sobre la producción de proteína sintética que podría sustituir a la proteína de origen animal.., son alguno más de los ejemplos que pueden hacernos pensar.

Como iniciaba este texto con mi título termino; ¿Debe reinventarse o adaptarse la profesión veterinaria a los nuevos tiempos? A la vista de estos datos generales. creo que al menos merecería una profunda reflexión por los responsables de la profesión veterinaria.