Aceite de oliva y dieta mediterránea, una unión indisoluble

El aceite de oliva y la dieta mediterránea son patrimonio de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

Fecha: 13-Dec-2018

El Mar Mediterráneo da nombre a una región del planeta rica en biodiversidad, cultura y gastronomía que es además cuna de lo que hoy conocemos como civilización occidental, y que con una extensión de 2,5 millones de kilómetros cuadrados acoge hoy a 21 países de tres continentes.

En esta región se producen una rica variedad de alimentos, lo que se traduce en una amplia y variada cultura gastronómica, gracias a los intercambios sociales y culturales producidos a lo largo del tiempo y de los cuales ha surgido lo que denominamos “dieta mediterránea”, que lleva cientos de años incorporada a nuestros hábitos alimentarios, pero es ahora cuando la reconocemos como saludable y eficaz en la prevención de enfermedades.

La dieta mediterránea es el conjunto de alimentos propios de los países ribereños de la cuenca mediterránea, especialmente España, Italia y Grecia, donde se consumen productos frescos y de temporada como las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales, vino y pescado, además de carnes magras, huevos y frutos secos, y donde tiene un especial protagonismo el aceite de oliva virgen extra, grasa culinaria especialmente recomendada. Con estos alimentos protegemos nuestra salud frente a la conocida como “comida basura” donde priman en exceso las grasas animales y vegetales de escasa calidad, carnes rojas, hidratos de carbono y azúcares, presentes en abundancia en alimentos como hamburguesas, platos preparados o pastelería industrial, alimentos éstos que incrementan el colesterol, contribuyen a la aparición de diabetes tipo II, endurecen las arterias, provocan algunos tipos de cáncer y son la principal causa de obesidad en los países desarrollados, especialmente entre niños, adolescentes y jóvenes.

Es por ello muy importante recuperar alimentos tradicionales como el aceite de oliva virgen extra, que la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) ha recomendado como el mejor acompañamiento para los alimentos de la dieta mediterránea, ya sea como condimento o para consumirlo en crudo ya que mejora las cualidades y beneficios de esos alimentos y además es un buen antioxidante natural, ayuda a reducir el colesterol, combate la diabetes tipo II, previene el Alzheimer, reduce los problemas causados por la osteoporosis y previene ciertos tipos de cáncer.

Por todo ello, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconoció en 2011 al aceite de oliva como Patrimonio de la Humanidad y a la dieta mediterránea en noviembre de 2013 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ser una filosofía de vida y una manifestación de cultura.

En España, de manera especial en Andalucía y en provincias como Jaén, los olivos cubren sus campos desde la época fenicia, lo que convierte a nuestro país en la primera potencia mundial en producción de aceite de oliva virgen extra, componente esencial, aunque no el único, de la dieta mediterránea, porque ésta es también una forma de vida. Para nosotros comer y cocinar son ritos, formas de participación y encuentro que compartimos con familia y amigos en celebraciones y tradiciones, que además gracias al clima templado del que disfrutamos, podemos hacerlas al aire libre, lo que sin duda añade un plus de calidad a esta dieta.

Aceite de oliva y dieta mediterránea forman una unión indisoluble, son parte de nuestra vida y nuestra cultura milenaria, que contribuye a que tengamos mejor salud y mejor calidad de vida. Por todo ello, ¡apostemos por la dieta mediterránea!